Un bello atarcecer

Un atardecer tranquilo y soleado, decidí salir a pasear con mi hijo Diego y mi perro lucas, por el Retiro.
Todo parecía estar en calma, los pájaros cantaban y el sol brillaba con fuerza esa tarde de otoño.
Había multitud de niños cuyos padres habían aprobechado uno de los pocos días no llubiosos para que jugaran al aire libre.
Mi hijo Diego correteaba sin cesar por la hierba húmeda,tirando de Lucas, quien asumía su papel de compañero de juego sin mucha resistencia.Decidí dejarles la pelota roja que había comprado esa misma tarde en la tienda de juquetes cercana a casa, pensando que no entrañaba peligro alguno.
De repente, algo eclipsó nuestras miradas, el parque quedó en silencio por unos momentos y la oscurida rodeó nuestros cuerpos produciéndonos un leve escalifrío.Era como si una mano gigante hubiera tapado el sol. Diego corrió a abrazarme acurrucando su pequeña cabeza contra mi cuerpo y rodeándo con los brazos, pero sin apartar los ojos de aquella maravilla que comtenplaba.
Cuando de nuevo volvió la luz le conté a mi hijo que el fenómeno ocurrido se llamaba eclipse y en lo que consistía.
Pasados unos minutos nos dimos cuenta de que a nuestro lado había una niña de la misma edad que Diego. Al verla,Diego se acercó a ella, le cogió la mano y se sentaron junto al ábol. el le contó la historia del eclipse y a ella le resbalaron dos lágrimas por las rosadas mejillas. Desde entonces son grandes amigos.
Daniela es ciega pero su corazón tiene una luz imposible de eclipsar.

el pensamiento es la realidad

hoy he estado comiendo en un bar, no sé si era yo, por qué no, me da igual, mi compañera es una pesada, no sé si es un sueño, te veo ,a veces, quítate, se me queman las lentejas, Toñi pasa sueño llueve, estoy cansado, te veo, se me ha olvidado, un beso, necesito tiempo, me voy de viaje, no sé dónde voy,qué hora es,mañana a las ocho,es de noche,lo que tu digas,no es lo que diga, será lo que digan, me voy, más tarde, quizás, esta noche, pasado mañana estaré ahí, hasta pasado mañana .

MI EXPERIENCIA CON EL MAL TIEMPO

Fue un 27 de Marzo del 2005. Me llamó mi amigo Juan Antonio, compañero de ciclismo y me comentó que si nos íbamos a la sierra de Gredos a entrenar y le dije estamos tardando, voy a preparar la baca del coche, echamos las bicis en la baca y nos fuimos. Dejamos el coche en un pueblo llamado Piedralaves y nos pusimos en camino.Decidimos hacer un recorrido de 110km,con tres puertos de 1 categoria, Pedro Bernardo, Serranillos y Mijares. El cielo estaba despejado pero a las dos horas empezó a nublarse y al poco tiempo a llover, según íbamos subiendo de altitud el frío se notaba y empezaron a caer copos de nieve. Yo empezé a asustarme, estabamos subiendo Serranillos pero decidirmos seguir adelante, la carretera se estaba quedando cuajada por la nieve, una vez coronado el puerto empezamos el descenso las manos apenas las sentia una vez terminado el descenso apenas podíamos comtinuar. Nos metimos en un bar y preguntamos si nos podían llevar a Piedralaves, faltaba subir otro puerto y el descenso al rededor de unos 30 km pero nadie quería salir ala carretera segun estaba el dia hubiéramos pagado lo que hiciera falta, pero nos decían que no y decidimos irnos. Enpezamos a subir el 3 puerto pero a 5m no veía a mi compañero de la nieve que estaba cayendo, no pasaba ningun coche, yo no sabía qué hacer, pero allí no nos podíamos quedar, había que sequir. Cuando nos quedaba poco para coronar el puerto no podia abrir los ojos, la nieve estaba congelada, eran cuchillos de hielo, intentaba calentarme las manos con el vaho de mi boca pero el vaho salía congelado, el hielo se estampaba en las piernas y era muy difícil continuar pero subir el puerto no era lo peor lo peor era el descenso por el frío, la ventisca de aire y nieve no sentia ni las manos ni los pies, no sentía nada de mi cuerpo,era imposible apretar los dedos para poder frenar la bici se embalaba, imtentaba apretar pero no podía era inutíl y decidí tirarme al suelo y me refugié entre unas piedras,empezé a frotarme todo el cuerpo cuando reaccioné un poco me monté en la vici y empezé a bajar segun iba bajando la temperatura se iba notando era un alivio pero más alivio fue cuando vi a mi compañero.

La cueva

Cuando yo era pequeño iba caminando por un camino de tierra llevaba tanto tiempo sin llover que cuando dabas la pisada no se veía del polvo que salía de pronto empezó ha oscurecer estaba tan oscuro que se izo de noche llovía ha mares salí corriendo y me refugié en una cueva la entrada a la cueva estaba en pendiente baje arrastra unos 50 m. pero cuando me incorpore era la cueva mas bonita que había visto en mi vida con unas estalagmitas impresionantes y unas charcas de agua que te reflejabas en ella

bienvenidos

hola chicos me costará pero lo voy a conseguir